La empresa española se ha convertido en un referente en su sector, no solo en nuestro país, sino también en el resto del mundo. En este artículo, explicamos sus razones
El Corte Inglés es, en estos momentos, uno de los grupos de distribución de mayor importancia del mundo. La empresa española ha cambiado de una forma extraordinaria desde sus orígenes más primarios, una pequeña sastrería fundada en Madrid en 1890, situada entre las calles Preciados, Carmen y Rompelanzas, que posteriormente fue adquirida por los dos hombres más importantes de la compañía, Ramón Areces y su tío, César Rodríguez, y que, tras ampliar el negocio en la calle Preciados, donde nacería una antagónica rivalidad con Galerías Preciados, constituirían la sociedad El Corte Inglés una vez finalizada la Guerra Civil.
A partir de esa fecha, el negocio se dedicó a crecer exponencialmente, primero su propia superficie de negocio en Preciados, ampliándose hasta los 2000 metros cuadrados de espacio, repartidos en 5 plantas, y posteriormente hasta tener más establecimientos, no solo en la capital, sino en toda España. Esa fue la estrategia hasta los años 90, cuando la diversificación de la actividad comercial llevó a la empresa a aumentar mucho su patrimonio y, más tarde, el desembarco en grandes almacenes y en otros países del mundo, hasta ocupar el puesto de relevancia en el sector que ocupa actualmente.
Este camino por el tiempo ha llevado a este grupo empresarial a satisfacer tantas necesidades que se dedica a varias áreas de actividad con un gran número de empresas. Por un lado, está la empresa matriz, El Corte Inglés S.A., que mantiene la actividad clásica de la compañía la distribución mediante almacenes de gran superficie de todo tipo de productos. Más tarde llegó Hipercor, otra empresa con centros de grandes superficies dedicada a la alimentación y al bazar, que nació en los 80 ante la penetración de capitales franceses en la industria alimentaria (Pryca o Alcampo).
Finalmente, llegarían Bricor, como centros de gran superficie dedicados a la distribución de decoración y artículos de bricolaje, y Supercor, como establecimientos de mediana superficie en formato de supermercado de proximidad, con el objetivo de competir contra empresas como Caprabo, Eroski o Mercadona, entre otras.
Estas son las empresas más representativas del Grupo El Corte Inglés, aunque podemos encontrarnos con más. Por ejemplo, Sfera, que son tiendas de ropa joven y de complementos, presentes en España, Portugal, Arabia Saudí, Egipto, Grecia o México, entre otros, Informática El Corte Inglés (EICSA), dedicado a la consultoría y al desarrollo de programas informáticos, o Viajes El Corte Inglés, la matriz de un grupo de empresas dedicadas al turismo, tanto desde un punto de vista minorista como mayorista.
Todas estas empresas, siguiendo una filosofía muy marcada y clara, la de garantía de calidad y satisfacción del cliente, y un modelo de negocio al estilo americano, de grandes almacenes divididos por departamentos, han hecho de El Corte Inglés una marca muy poderosa y, lo que es más importante, una empresa fuerte y altamente rentable, como desvelan sus últimos números.
De acuerdo con su página web, el ejercicio de 2018 dejó al Grupo El Corte Inglés con una cifra de negocio de 15783 millones de euros, con 90004 empleados, una afluencia de clientes de más de 700 millones, y más de 11 millones de usuarios de su tarjeta, unos resultados que crecen con respecto al ejercicio anterior, de 2017. Además, hay que tener en cuenta otros datos, como un beneficio bruto de explotación de 1075 millones de euros, o un beneficio neto consolidado de 258 millones.
La empresa ha conseguido estas cifras gracias a una dirección firme, encarnada en el legado de la familia de Ramón Areces. Aunque la empresa es muy celosa con su información, se estima que su Fundación, cuya patrona es Marta Álvarez, presidenta desde julio de 2019 y mayor accionista individual junto a su hermana, Cristina Álvarez, a través también de Cartera de Valores IASA, controla más del 35 por ciento. El resto se divide entre Hamad Al Thani, emir de Qatar entre 1995 y 2013, con un 10 por ciento, Marta Álvarez, la propia Cristina Álvarez y Dimas Gimeno, con un 7.5 por ciento, y la Cartera Manacor (la familia García Miranda) y la Corporación Ceslar (la familia Areces Galán), entre un 7 y un 10 por ciento cada una. Sin embargo, este reparto podría cambiar en breve, pues el pasado mes de septiembre se conoció que Dimas Gimeno, los García Miranda y Al Thani querían vender sus participaciones, un 27 por ciento del grupo.
Así pues, y hasta el momento, cabe resaltar, como punto final, que el timón de la empresa para conseguir estos espectaculares resultados recae en la ya nombrada presidenta, Marta Álvarez, y en un gran número de consejeros que conforman el Consejo de Administración, a saber, Cristina Álvarez Guil, Fernando Becker Zuazúa, Florencio Lasaga Munárriz, Carlos Martínez Echevarría, Jesús Nuño de la Rosa y Coloma, Manuel Pizarro Moreno, Víctor del Pozo Gil, Shahzad Shahbaz, Paloma García Peña y Carlota Areces Galán.
Con toda esta información, podemos afirmar que El Corte Inglés es una de las mejores empresas en cuanto a empresas minoristas se refiere, y que tiene todo el potencial disponible para seguir creciendo a nivel mundial en las próximas décadas.