La sociedad convive cada vez más con diversas dificultades de ámbito medioambiental tan graves que pueden poner seriamente en riesgo la supervivencia del planeta. Una de ellas son los incendios forestales, y a continuación veremos su incidencia en nuestro país
Los desastres medioambientales que desgraciadamente asolan a nuestro entorno pueden ser de diversa índole: el cambio climático, la escasez de agua, la invasión y el tráfico ilegal de especies… y otros como la deforestación, la pérdida de biodiversidad y la degradación del suelo, que pueden darse a causa de los incendios forestales, un grave problema que España sufre con gravedad cada año, y cada vez más con el paso del tiempo. Es por ello que vamos a analizar cómo se da este terrible fenómeno en nuestro país, para estudiar algunas de sus características, en base a lo publicado en distintos medios de comunicación.
En primer lugar, para acceder a una visión general, podemos consultar esta noticia de InfoLibre, con fecha del pasado 14 de septiembre, que afirma que el fuego ha arrasado en España hasta 48.000 hectáreas de superficie en un total de 6.200 incendios hasta el día 6 de ese mes, de acuerdo con los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico. La cifra, por desastrosa para el entorno, es muy alta, aunque supone un descenso notable con respecto a los mismos datos del año anterior, del 61.93 por ciento. Sin embargo, los considerados como grandes incendios, de más de 500 hectáreas, no han disminuido tanto en la misma fecha, siendo la cifra de 10 en 2020 y de 13 en 2019.
Por otra parte, se aportan otros datos de relevancia, como el tipo de vegetación que más se ha quemado, el matorral y el monte abierto (56.27 por ciento de la superficie), por delante de las superficies arboladas (31.74 por ciento); y la distribución geográfica de los incendios, siendo el lugar donde más se dan el noroeste peninsular, con un 48.59 por ciento de los mismos, por delante de las comunidades autónomas interiores, que sufren el 33.88 por ciento.
Podemos enlazar este dato geográfico con otra noticia, publicada en el diario El País unos días después, el 20 de septiembre, cuando un repunte de los incendios aumentó el número de hectáreas quemadas hasta las 60.000, siendo un 25 por ciento de las mismas en una única provincia: Ourense. El artículo habla precisamente de eso, de cómo dicho territorio gallego es el más castigado de la Península desde hace más de medio siglo, una auténtica tortura para la región.
Precisamente, en la semana anterior a la publicación del artículo las llamas acabaron con dos Parques Naturales de gran interés, el del Xurés y el del Invernadoiro, un hecho que además del coste natural tendrá consecuencias económicas y políticas. Precisamente, aborda ese punto político gracias a algunos testimonios, como el de Serafín González, edafólogo del CSIC, que afirma que la Xunta de Galicia presidida por Alberto Núñez Feijóo no es capaz de atajar este problema, puesto que la única respuesta que reciben es que “los incendios son intencionados”. Además, se añade un ejemplo para ilustrarlo, un incendio acaecido en la localidad de Cualedro, en 2015, tras el cual Feijóo firmó un manifiesto en el que prometía ayudas, pero finalmente los afectados solo recibieron unos fardos de alpaca.
Por último, para continuar ahondando en este problema, cabe añadir otro artículo, publicado en el diario El Mundo, en el que se trata la falta de ayudas en otra comunidad autónoma de España, Andalucía. En base a este texto, la Junta de Andalucía lleva desde 2012 sin conceder ni un solo euro de ayudas a los montes andaluces, en un periodo de tiempo en el que han ardido hasta 52.000 hectáreas, y a pesar de que el actual gobierno reactivó las ayudas el pasado 2019, pero a fecha de publicación del artículo, el pasado 20 de septiembre, el dinero aún no ha llegado a otra de las regiones gravemente afectadas por este problema.